Alerta de derrumbe: el hashtag que moviliza a la ciudadanía habanera
Nuevamente las redes sociales acogen denuncias de internautas y se activa un inventario sobre edificaciones en mal estado.

La ciudad muestra un fondo habitacional frágil, con zonas donde el hacinamiento- producido por la sobrepoblación y la escasez de viviendas- unido al deterioro de las edificaciones, delimita una amplia franja de vulnerabilidad social.
Foto: Tomada de portavoz.tv
Luego de la trágica muerte de tres niñas por causa del colapso de un balcón en La Habana Vieja, varios usuarios se han sumado a la denuncia y conteo de las múltiples edificaciones que representan un peligro para la vida en la capital cubana, donde se estima una pérdida anual de 1.000 viviendas por deterioro.
Ya sea para hacer pública la vulnerabilidad o denunciar lo que algunos consideran una mala gestión de las autoridades, varios usuarios se han unido a la iniciativa de publicar en redes sociales imágenes de edificaciones en peligro de derrumbe en la capital cubana.
Esta especie de inventario ciudadano inició en medio de la indignación y polémica generada en las redes sociales por la muerte de tres niñas, el lunes 27 de enero, por el colapso sobre ellas de un balcón en el barrio Jesús María, en La Habana Vieja, el centro fundacional de la ciudad de 500 años.
Problema real
Hasta el momento, las autoridades no han emitido un comunicado oficial sobre el caso, incluso medios de prensa estatales preguntaron sin éxito a funcionarios municipales. Algunos medios estatales y alternativos han realizado reportes sobre la base de informaciones brindadas por las familias y vecinos.
Se desconoce al día de hoy si existe una investigación al respecto, pues se trataba de un edificio en demolición por la empresa estatal destinada para ello.
Con 4,5 kilómetros cuadrados, La Habana Vieja tiene una población de 94.966 habitantes, con una densidad de 21.103 por kilómetro cuadrado. En el territorio existen más de 500 edificios en estado crítico, de acuerdo con reportes de la prensa local de 2019.
La ciudad muestra un fondo habitacional frágil, con zonas donde el hacinamiento- producido por la sobrepoblación y la escasez de viviendas- unido al deterioro de las edificaciones, delimita una amplia franja de vulnerabilidad social.

Entre las causas de mayor consternación tras los sucesos del 27 de enero está que en el sitio del colapso no existieran señales de peligro y que, supuestamente, las entidades responsables no actuaron a tiempo ni tomaron medidas para mitigar los riesgos.
«En vista a que hay muy poca información pública sobre qué edificio está en peligro (algunos tienen carteles que avisan y otros no), creo que sería bueno que usemos una etiqueta #PeligroDerrumbeCuba para reportar ese tipo de estructuras en todo el país», propuso en Twitter Norges Rodríguez, coordinador y cofundador del medio alternativo YucaByte.
El proyecto Inventario, primer repositorio de datos abiertos en Cuba, también convocó a las personas a localizar sitios peligrosos con la dirección del lugar, municipio, provincia y, de ser posible, compartir la foto.
Entre los usuarios que retuitiaron la propuesta –con casi un centenar de retuits–, la cuenta de Dom Eduardo, @cubanorum apuntó: “Iniciativa constructiva: hacer conciencia y registro para accionar derrumbes y reemplazo con nuevas viviendas por el bienestar de los damnificados. Cooperación e inversión”.
Aunque la convocatoria fue lanzada para todo el país, hasta el momento la mayoría de los reportes provienen de la capital cubana.
Otros casos
El uso de las redes sociales para denunciar, abrir debate o autogestionar soluciones para los problemas que vive el país ha sido un mecanismo recurrente en los últimos dos años, que se consolidó luego de que se extendiera el acceso a Internet con la conexión por datos móviles, a finales de 2018.
Como prueba de esto, cada mes de 2019 contó con una nueva causa de activismo, incluidas denuncias y descontento por diversos factores.
En los primeros meses del pasado año, iniciativas en redes sociales como #LaColaChallenge evidenciaron la crisis de desabastecimiento de alimentos que vivía el país, no reconocida en un inicio por las autoridades, mediante el registro de las largas filas que se hacían para adquirir los productos.
La etiqueta #BajenLosPreciosDeInternet, con la que usuarios cubanos reclamaron de forma directa a la estatal Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (Etecsa) por las tarifas de sus servicio, alcanzó en junio 18.000 tuits en solo un día. En noviembre tuvo otro pico importante de activación.
Ante la falta recurrente de fluido eléctrico en varias zonas del país, en el mes de julio, y el temor de una crisis energética no declarada por las autoridades, usuarios cubanos en la red social Twitter comenzaron a promover el uso de las etiquetas #ApagonesProgramados, #ApagonesCuba y #ReportoApagonCuba, para que los afectados reportaran y localizaran los cortes de energía.
La idea era mostrar que no se trataba de hechos aislados, sino de una situación generalizada que no se explicaba con el arreglo programado de averías, como habían sugerido las autoridades. Se logró un levantamiento de interrupciones en más de 30 municipios del país.
Ninguna de estas iniciativas recibió una respuesta pública directa por parte de las autoridades.
Otra variante para la denuncia ciudadana
Participación popular es una aplicación desarrollada por la Empresa de Tecnologías e Información, Xetid, para la gestión de las quejas de la población, mediante la implementación del gobierno electrónico.
Disponible en la plataforma cubana de descarga de aplicaciones Apklis, la apk tiene como objetivo que los ciudadanos puedan denunciar cualquier incidencia en diferentes sectores, problemas con salideros, alteración de precios, transporte, alcantarillado, alumbrado público.
También dispone de un campo abierto donde se puede colocar la queja o denuncia, en caso de que esta no esté contemplada entre las opciones de denuncia.
Cada queja devuelve un PIN y número de caso con el cual se puede verificar las respuestas y fotos de los organismos que resuelven la situación.
La aplicación puede gestionar una base de datos con sus denuncias, hasta dónde llega la solución y qué organismo se responsabiliza.
El relanzamiento de la aplicación, en septiembre de 2019, coincidió con el anuncio de nuevas medidas gubernamentales para atenuar la recaída económica que atraviesa el país. Hasta el momento, ha recibido un aproximado de 1.500 descargas en la plataforma CubApk. (2020)
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